introducción

encontrarán en las introducciones de cada asignatura, antes o después, que el objeto general de la cátedra, en sus tres niveles, es estudiar la forma en arquitectura.

aclaración 1: "estudiar" es producir, empleando a la representación como procedimiento específico para construir la forma de la arquitectura.

aclaración 2: "construir" es observar y traducir la realidad a un medio reflexivo y productivo (el proyecto), para que el trabajo de los arquitectos sea curioso, receptivo, articulado y adquiera capacidades de transformarla del mejor modo.


representaciones:
las representaciones en arquitectura suelen emplear procedimientos geométricos para describir su forma, y tienden a traducirla en modelos también geométricos únicos y de la misma clase, a pesar de que la arquitectura suele combinar partes de naturaleza no similar (ya sea por su permanente demanda constructiva o por un evidente problema de escalas).
esta dificultad, inherente a su forma como objeto, se extiende a las relaciones que derivan de él con su contexto, y se vuelve crítica si podemos considerar a la arquitectura como parte de un ambiente (como espacio fundamentalmente continuo diferenciado por ciertas cualidades de alcance local) y determinado por formas de ocupación e interpretación subjetiva y socialmente variadas y variables.


forma urbana:
la forma urbana nos presenta entonces, nuevamente (como en mg-srg, como en mI) la ocasión de reavivar nuestra curiosidad por aquello que constituye a la arquitectura:
cuando parece sostenerse la ilusión de que sabemos de qué está hecha, ese conjunto de materiales es invadido ahora por una proliferación de datos de otro orden.
el material de trabajo se despliega desde fuentes de muy diverso origen:
cómo obtener información de la ciudad?
cómo abstraerla sin entrar en simplificaciones voluntaristas y necias?
cómo construir formas de relevamiento que reconozcan las mejores potencialidades del trabajo urbano?


apropiémosnos de todo documento disponible, atendamos a aquellos que representan la presencia física de los edificios (usualmente comprendidos como la producción arquitectónica), a los mapas y planos que nos remiten a relaciones de tejido y tipos urbanos reconocidos bajo ciertas convenciones, a cada instancia informativa que determine su condición de forma urbana (los planes y proyectos de infraestructura, los atlas de comportamientos climáticos, geológicos y biológicos, los registros fotográficos de determinados estados de ocupación, las estadísticas, las noticias, los relatos literarios y ensayísticos, etc.)
enfoquemos a la ciudad como un escenario social y productivo, donde las infraestructuras (los proyectos) median controversias, alojan divergencias, organizan oportunidades de hospedar en la ciudad tantas actividades e intereses como sea posible: confiemos en la curiosidad, la observación y el registro.
desestimemos la ignorancia, la exclusión, el capricho iconográfico como recursos de proyecto y territorio de la forma: construyamos cada vez, con la mayor atención, nuestros materiales y procedimientos de trabajo.
traduzcamos cada dato relevante proveniente de la ciudad a un nuevo material, ahora conformado por nosotros (dibujos, maquetas, fotografías, montajes), desarrollando formas de organización específicas a sus alcances, continuidades, escalas.


en ese pasaje se enfocará el trabajo: cómo apropiarnos de una diversidad material y organizativa para traducirla a otra que nos permita trabajar con ella (proyectarla), determinando su relevancia y sus capacidades, hasta darle forma.